domingo, 16 de noviembre de 2014

Aportes del Trabajo Social

      NOSOTROS TAMBIÉN TENEMOS ALGO QUE DECIR... 

¡CULTURA PARA TODOS!

                                               
       En relación con el trabajo social, se detecta una similitud en el foco de población objetivo, ya que la política busca beneficiar a las personas más vulnerables al igual que nuestra disciplina. Además, la política parece no detectar la heterogeneidad del sector en donde busca implementar sus medidas, por lo que la implementación no responde e incrementa la inequidad dentro de los sectores socioeconómicos, repercutiendo en un nivel mayor al cultural.  

            El profesional del Trabajo Social, en este ámbito, reconoce la importancia de la familiarización con la cultura de los individuos con lo que busca intervenir, conociendo las determinantes culturales existentes en el contexto sociocultural de los individuos. Ello, a nuestro parecer, no corresponde a la realidad en la que los programas de la política revisada trata de intervenir, faltando al compromiso de otorgar un servicio de calidad, a diferencia del comportamiento que el/la trabajador/a social debiese tener en el campo de intervención.
                                  
Por ello, la importancia está en el reconocimiento de los antecedentes culturales de la localidad en la que se pretenden implementar los programas sociales, y no incurrir en la falta de actuar dentro de esta implementación acorde a las limitaciones del sistema, aludiendo a los lineamientos ideológicos y políticos del gobierno de turno, puesto que la respuesta nunca será favorable si no somos capaces de reconocer los aspectos culturales de los sujetos beneficiarios de esta política.
            En cuanto a esta lógica de proyectos, privilegiada dentro de esta política, es preciso considerar los ámbitos de educación y gestión, con el fin de generar en la comunidad las capacidades necesarias para formar proyectos autónomos, sin necesidad de esperar a que las autoridades locales busquen las instancias para implementar proyectos (en torno a la diseminación de la sociedad contemplada dentro de la política), incentivando la innovación en los beneficiarios, y no sólo en las autoridades con las competencias designadas. Por lo tanto, abogamos por el fortalecimiento de las capacidades de los sujetos, en pos de una sociedad que reconozca la importancia de la cultura en el desarrollo de las personas.

   


SIGAMOS CONSTRUYENDO CULTURA, CONSTRUIR ES TAREA DE TODOS Y CADA UNO. 
¡¡¡ADELANTE!!!

Cambios a Considerar


¡¡¡APUNTEMOS SIEMPRE A LA MEJORA!!!

                                                

La política cultural chilena supone estar enfocada a los ciudadanos del país, es por aquello que nos parece relevante intentar conocer las consideraciones de los propios ciudadanos que mantienen algún tipo de vinculación con la política cultural. 
 Según un documento desarrollado por la Unión Nacional de artistas (UNA) (2013) resultado de Encuentro Nacional “Soy Artista” convocado por la Unión Nacional de Artistas, realizado en la ciudad de Santiago. Encuentro donde se convocó a las directivas de los gremios artístico- culturales y sociedades de gestión colectiva, directores de carreras artísticas, presidentes de centros de alumnos de estas carreras y destacados artistas, los que sumaron alrededor de 100 personas.


El trabajo de UNA se enfocó en torno a 5 temas:
  • Fomento a la creación artística: 
  1. Proteger y aumentar los recursos en función del fomento a la creación artística en los fondos concursables.
  2. Reformar los fondos concursables y sus requisitos. 
  3. Reforzar, más allá de las iniciativas propuestas Fondart, políticas y programas de fortalecimiento a la creación artística.
  4.  Establecer un programa público de difusión (utilizando carteleras, portales y publicidad, entre otras herramientas) otorgándole mayor reconocimiento a las obras financiadas por el Estado,
  5. Transparentar y poner a disposición la información respecto de las donaciones culturales. 
  6. Derechos laborales del artista
  7.  Fomentar el aporte privado
  8. Propiciar políticas de formación continua para los artistas.
  9.  Dar espacio a la real participación de las asociaciones artísticas y culturales nacionales en el proceso de formulación de las políticas culturales públicas (Unión Nacional de Artistas, 2013)                                
  •  Derechos laborales del artista
  1. Promover una modificación a la ley de trabajadores de las artes y el espectáculo
  2.  Establecer desde el CNCA una política de difusión y promoción de los derechos laborales de los artistas
  3. Realizar un estudio que permita saber la situación de los artistas profesionales
  4.  Elaboración de Manuales de Buenas Prácticas Profesionales para cada uno de las disciplinas artísticas
  5. Regularizar la situación de los artistas que se dedican a la docencia y que trabajan permanentemente a honorarios sin posibilidad de demostrar subordinación y dependencia.
  6. Establecer un pago más justo a aquellos miembros del Directorio Nacional, consejos regionales, comités consultivos y consejos sectoriales que conforman parte fundamental de la Institucionalidad Cultural. (Unión Nacional de Artistas, 2013)
  • Talento y formación artística:
  1.  Establecer un sistema nacional que propicie la temprana detección de talentos
  2. Contar con un sistema de becas públicas que apoye a los talentos en la etapa de formación inicial
  3. Becas especiales para la formación universitaria de pregrado, con especial énfasis en los talentos de regiones magister y doctorados.
  4. potenciar las escuelas artísticas existentes, acción de conservatorios y otros espacios de formación artística localizados en lugares estratégicos de la zona centro, sur y centro del país  (Unión Nacional de Artistas, 2013)
              
  • Derechos de Autor:
  1. Apoyar legalmente una compensación para los artistas de, a lo menos, un dos por ciento de parte de las grandes empresas proveedoras de Internet, por la utilización e intercambio de las obras y producciones artísticas en sus redes.
  2.  Establecer en la Ley de Propiedad Intelectual, un derecho de remuneración, para los autores de las obras audiovisuales
  3.  Incorporar políticas educativas del derecho de autor en los establecimientos educacionales de todo el país
  4. Establecer un tratamiento igualitario en materia tributaria para todas las creaciones intelectuales 
  5. Exigir que las bases de los fondos concursables, que aún no lo contengan, protejan la propiedad intelectual de los creadores.  (Unión Nacional de Artistas, 2013).
  • Industrias culturales e incentivos al consumo:  
  1. Coordinar el trabajo de entidades públicas de fomento (CNCA, CORFO, Sercotec, Pro Chile, Dirac, entre otras) replicando la experiencia del programa de apoyo al audiovisual en las demás disciplinas artísticas
  2.  En este sentido apoyar la ley del 20% para la música nacional y cuotas de pantalla para el sector audiovisual
  3. Fomentar los medios de comunicación educativos y culturales
  4. Generar estadísticas e indicadores periódicos en torno a las industrias y al consumo cultural
  5. Formular una estrategia, para potenciar la difusión y promoción de la producción artística nacional en el extranjero  (Unión Nacional de Artistas, 2013).                                                                                                         
      Conocido lo anterior y tras el recorrido que se ha ido propiciando en el desarrollo de esta plataforma, es que los invitamos a reflexionar sobre las potencialidades y cambios que se debiesen considerar, según la perspectivas de futuros Trabajadores Sociales. 

ENTONCES... ¡VEN! RECONOZCAMOS AVANCES 

           La Política Cultural apunta, principalmente, a la descentralización de la cultura. Para ello promueve el acceso, participación, información, educación y gestión como líneas de acción para el desarrollo y masificación de la cultura en el territorio nacional.
            Se avala en los programas revisados, los que presentan potencialidades y falencias que han sido identificadas por el equipo. Primeramente, las potencialidades con las que cuentan son: 
  •  Pretende una cobertura geográfica del territorio en su totalidad.
  • Promueve y gestiona el acceso y participación de la comunidad.
  • Genera progreso social a nivel de cultura y educación.
  • Fomenta la reivindicación de la cultura nacional, regional y local.
  • Interés de generar desarrollo cultural en toda la población, con especial atención en aquella más vulnerable. 
  •  Implementación del programa en diferentes espacios comunitarios (Lee Chile Lee).
  • Pretende el fortalecimiento de vínculos e intercambio de conocimientos y experiencias entre los participantes (Escuelas de Rock, Acceso Regional).
  • Fomenta difusión de la identidad nacional, regional y/o local, mediante la ejecución de actividades culturales y artísticas como: festivales (Escuelas de Rock), conciertos (Orquesta de Cámara), proyectos de diseño audiovisual (Sello Regional), creación de comitivas culturales (Chile País Cultura), y aprendizaje virtual (Educación Artística).
  • Promueve el intercambio cultural a nivel inter/intrarregional e internacional (Acceso Regional).

Estas potencialidades reflejan la clara intención de parte de la política por incluir a la sociedad y propulsar la identidad de acuerdo al sector, reflejando por medio de la cultura y  las artes sus tradiciones y costumbres, dándoles un sentido de pertenencia poco común en las políticas públicas. Igualmente, se trata de generar cultura en la población desde pequeños, promoviendo la gestión comunitaria en torno a la proyección y ejecución de una actividad con fines de fomentar el perfeccionamiento de capacidades en las personas, fundamentales para su desarrollo humano.

¡ACERCARTE!... ¡¡¡QUE ESTO LO DEBEMOS SEGUIR CONSTRUYENDO!!!

En cuanto a las debilidades que requieren atención de todos y que hemos podido identificar de la política cultural están las siguientes:
                     
  •  Poca entrega de información y difusión a la comunidad.
  • La cultura termina por estar condicionada, en cuanto a nivel ideológico político, como por establecerse en torno a las condiciones promovidas por las estructuras que las diseñan, desarrollan e implementan.
  •  El interés de realizar las actividades parte desde los entes oficiales, quienes se encargan de evaluar, diseñar, proyectar y ejecutar.
  • Trabas o limitaciones para presentar proyectos por parte de la comunidad o agentes externos a las estructuras reguladoras de los programas.
  •   La oferta de los programas (Acceso Regional) y el sentido de los mismos (Lee Chile Lee) es impuesto a las poblaciones objetivo, y no buscan su involucramiento –o conocer el interés de los mismos– en torno a las decisiones programáticas.
  • Falta de infraestructura e implementación básica para desarrollar actividades artísticas en forma permanente.
  •  Falta de acceso a los resultados de impacto de los programas.

Estas falencias desembocan, irrevocablemente, en una centralización localizada de la acción de la política en general.
La descentralización, señalamos, es una herramienta importante para terminar con la cultura centralizada en el país. La entrega de poder en la toma de decisiones culturales y artísticas a nivel regional, comunal y local es condición básica y fundamental para acceder al desarrollo de una cultura extendida por todo el territorio, en condiciones de equidad y calidad sujetas a las intenciones de las comunidades. Sin embargo, la delegación de las funciones administrativas que terminan por ejecutar dichas actividades se deja a los poderes políticos públicos, en desmedro de una opción de la comunidad a optar por saber a que bienes y servicios culturales acceder, o si ellos pueden confeccionar proyectos de acuerdo a sus intereses particulares a nivel de localidad.

            Las ventajas estarían en “que puede generar un mayor consenso social, derivado de la participación, y un control de las burocracias” (Franco, 1996, p. 8), sin embargo, mientras las intenciones de la política y sus programas manifiestan su intencionalidad de descentralización, se contradice en su gestión, en cuanto se privilegia la burocracia de la administración pública, y termina por consolidar aún más la desproporción del acceso a los bienes y servicios entre la población de altos y bajos recursos. 

            Todo esto no demuestra el aparente paradigma emergente bajo el que la política está diseñada.
            Asimismo, el consumo cultural viene condicionado por parámetros del sistema. Y en ello incide el modelo neoliberal, que con sus valores incurren en la construcción cultural preparada para la comunidad. Esto los termina (a los beneficiarios) relegando en un plano inferior frente a las personas con mayor poder económico, puesto que la calidad y el acceso son inferiores frente a lo que les ofrece el mercado privado. El ámbito público termina así entregando una limitada oferta programática, sin considerar las prioridades, preferencias o intereses del público para el que están hechas, lo que tiene directa relación con la estructura del modelo económico imperante, que termina afectando todas las aristas de la sociedad en la que está impuesto.
            El modelo neoliberal se rige bajo la satisfacción de la demanda y la capacidad de las personas para satisfacerla, por lo que dentro de esta política el modelo fundamenta la tendencia de otorgar cierta programación, considerando factores económicos (primordialmente), políticos, sociales y culturales. Inevitablemente, el modelo termina influyendo en las posibilidades de elección de las personas que se tienen al acceder a un determinado bien o servicio cultural. Al Güell, Morales y Peters (2011) consultar si el consumo de estos bienes y servicios se realizan por interés o porque es lo que le ofrecen en su barrio o ciudad, los sujetos lo hacen a partir de aquello que le ofrece la comunidad y no aquello que responde a sus preferencias.

            Del mismo modo, el uso de tecnologías ha generado nuevas formas de acceso al consumo cultural, lo que implica que la política se vea afectada en sus intenciones por otorgar acceso y participación. La tecnología nos acerca, sin abandonar un espacio físico conocido, con lo que no se requiere la relación “cara a cara”, y con ello finalmente la presencia de un público masivo en los actos de cultura se ve perturbada, debido a la preferencia de acceder al consumo cultural, por medios tecnológicos, que sea de real interés para el público. 

                                 


Bibliografía 
      Unión nacional de artistas (2013). Politíca cultural 2011-2016: la voz de los artistas. Recuperado de http://www.unionnacionaldeartistas.cl/wp-content/uploads/2013/07/Pol%C3%ADtica-cultural-2011-2016-la-voz-de-los-Artistas.pdf